El NHS ha situado a la podología en el centro de su plan sanitario a diez años, buscando un cambio radical hacia la prevención y la atención comunitaria en Inglaterra.
Las complicaciones en los pies por diabetes suponen un gasto anual de £1.000 millones para el sistema británico, principalmente por hospitalizaciones, cirugías y discapacidad derivada de amputaciones. Más del 80% de estas amputaciones podrían evitarse con cuidados podológicos tempranos y coordinados, un papel clave que solo pueden asumir especialistas en podología.
Los podólogos detectan y tratan úlceras, trastornos musculoesqueléticos y complicaciones de enfermedades crónicas como la diabetes y la artritis. Su intervención temprana alivia la presión sobre hospitales y evita tratamientos invasivos.
Un experimento del Somerset NHS Foundation Trust demostró que integrar cirujanos podiátricos en clínicas comunitarias acorta los tiempos de espera, mejora la recuperación de los pacientes y reduce costes al desplazar cirugías y tratamientos fuera de los hospitales principales.
Esta tendencia a ofrecer servicios cerca del domicilio busca evitar ingresos hospitalarios y facilitar la rehabilitación tras cirugías, lesiones o infecciones. También es vital para combatir desigualdades de salud, dado que la mala salud podológica está ligada a zonas más desfavorecidas y menor acceso a servicios.
El NHS enfrenta una grave escasez de podólogos. Actualmente hay un solo podólogo por cada 5.000 habitantes en Inglaterra, fruto de años de falta de inversión y jubilaciones masivas. Para revertirlo, el Royal College of Podiatry lanzó la campaña Inspire Movement, Choose Podiatry, aunque reclaman más fondos de los gobiernos para ampliación de plazas, formación y retención, con especial foco en áreas vulnerables.
La digitalización como clave para el futuro
El plan del NHS también espera impulsar la podología a través de la tecnología: diagnósticos con IA, monitorización remota con dispositivos wearables y consultas telemáticas. Estas herramientas permitirán detectar y actuar sobre úlceras de forma más rápida, evitando infecciones graves y hospitalizaciones.
Sin embargo, muchos centros podiátricos carecen de infraestructura digital adecuada. La inversión en equipos, formación y sistemas conectados es esencial para no aumentar la brecha en el acceso, especialmente para personas mayores o zonas rurales.
Para cumplir los objetivos, el NHS debe integrar totalmente la podología en nuevos centros de salud comunitarios y estrategias digitales, y desarrollar una estrategia nacional de salud podal que estandarice prevención, diagnóstico y tratamiento temprano.
El futuro del sistema inglés depende de mantener a la población activa, independiente y sin complicaciones que requieran hospitalización. La podología aparece como una especialidad clave para salvar extremidades, reducir dolores y costes, y cumplir los objetivos de la transformación sanitaria del NHS.


































