El príncipe Guillermo, heredero al trono británico, no está satisfecho con la renuncia de su tío, el príncipe Andrés, a su ducado y ha decidido tomar medidas más duras contra él en el futuro.
Según The Sunday Times, Guillermo fue consultado en la decisión que llevó a Andrés a renunciar a su título de duque de York el pasado viernes, pero “no cree que esto sea suficiente” y considera que el “problema Andrés” volverá a sus asuntos cuando sea rey.
Se informa que el príncipe de Gales prohibirá a Andrés participar en cualquier actividad real, tanto pública como privada, incluyendo su propia coronación y la mayoría de actos oficiales. También se prohibirá a la ex esposa de Andrés, Sarah Ferguson, asistir a eventos de la familia real, aunque sus hijas, las princesas Beatrice y Eugenie, seguirán siendo bienvenidas en reuniones familiares y oficiales.
Tras años de escándalos relacionados con la relación de Andrés con el criminal sexual Jeffrey Epstein, esta es la medida más severa hasta ahora. El príncipe Andrés sigue viviendo en la mansión Royal Lodge y mantiene su título de príncipe, pero renunció a sus honores y ducado para “no distraer” el trabajo de la monarquía.
La tensión familiar quedó clara en septiembre, durante el funeral de la duquesa de Kent, cuando Guillermo ignoró los intentos de conversación de Andrés, con una actitud fría y distante reflejada también en la ausencia de interacción entre ellos en los actos públicos.
El Rey Carlos III ya había decidido excluir a Andrés del servicio navideño de la familia real, un signo de la marginación que se ha intensificado desde que el príncipe se enfrentó a una demanda civil por abuso sexual con Virginia Giuffre, a quien pagó millones de libras para llegar a un acuerdo extrajudicial, aunque siempre negó las acusaciones.
Andrés entregó también su caballería de la Orden del Garter, dejando sin efecto su derecho a participar en las ceremonias anuales en Windsor.
El disgusto hacia Andrés se profundizó después de que se descubriera que mantuvo contacto con Epstein meses después de afirmar que lo había cortado, incluso enviando un correo donde decía “estamos juntos en esto” en 2011.
La publicación póstuma de las memorias de Virginia Giuffre, que saldrán esta semana, avivó aún más el escándalo, revelando que Andrés le exigió firmar una cláusula de silencio para proteger la imagen de la Reina en su Jubileo de Platino.
“Andrew insistió en una orden de silencio de un año para asegurar que el jubileo de la Reina no se manchara aún más”, escribe Giuffre
La entrevista de Andrés en 2019 con el programa Newsnight, pensada para limpiar su imagen, fue un desastre que terminó generando más críticas y un fuerte desgaste para la corona, sobre todo por su falta de empatía hacia las víctimas de Epstein.
Con esta medida, Guillermo envía un mensaje claro: cuando sea rey, impondrá una línea dura contra los miembros de la familia real que dañen la institucionalidad con escándalos graves.
Kensington Palace declinó hacer comentarios acerca de estas noticias hasta el momento.
