En Reino Unido, un secreto de cocina está revolucionando la forma de hacer patata asada. Un conocido chef reveló que la clave está en usar una bandeja bien caliente y cubrir la patata con aluminio para lograr una textura perfecta, crujiente por fuera y suave por dentro.
Desde la cocina de una tienda gourmet y catering británica, donde se aplicó durante meses una práctica intensiva, llegó este método que acorta el tiempo de horneado y mejora el sabor sin aparatos especiales. El chef explicó que primero hay que precalentar la bandeja a 220°C, luego colocar la patata partida en dos junto a ramas de romero y tomillo, sumando cabezas de ajo con la parte superior cortada y rociado con aceite de oliva.
El truco crucial es envolver todo con papel aluminio para crear un efecto de vapor mientras se cuece la patata, manteniendo las hierbas y el ajo dentro para impregnar el sabor. Pasados 30 minutos, se retira la envoltura para que la piel se dore otros 10 minutos.
El resultado: patatas asadas con una piel crujiente y un interior tierno, completamente impregnadas por las fragancias del ajo asado y las hierbas. Esta receta superó expectativas en el catering y tiendas, siendo la más solicitada y vendida casi a diario.
Además, el chef señaló la importancia de secar las patatas tras lavarlas para evitar que la piel se ablande, y usar las manos para mezclar el aceite y la sal para un recubrimiento uniforme.
Este método simple pero eficaz ganó notoriedad gracias al portal culinario The Kitchn, y ahora se revela al público. Prepararla toma menos de una hora y no requiere equipos profesionales, solo respetar el orden y los tiempos.
Los expertos insisten que este paso de usar bandeja caliente y aluminio puede ahorrar al menos 10 minutos en la cocción clásica y potenciar la calidad, un dato que entusiasma a los amantes de la cocina casera en Reino Unido y Europa.
La receta completa requiere:
- 700 gramos de patata joven partida
- Una cucharada de aceite de oliva
- Sal y pimienta negra al gusto
- Ramas frescas de romero o tomillo
- Dos cabezas de ajo con la punta cortada, rociadas con aceite
Esta innovación desde Reino Unido ya está causando impacto en hogares y negocios gastronómicos que buscan optimizar sabor y rapidez sin sacrificar calidad.
































