En la reunión del 7 de octubre del consejo conjunto de valoración de Highland y las Western Isles, surgieron alarmas sobre el estado del personal que atiende la carga de trabajo acumulada.
Los empleados están “quemando la mecha hasta medianoche” para intentar reducir un retraso que ya lleva un año acumulado, según informaron fuentes dentro de la junta. La situación ha dejado al personal “estresado y abrumado”, una señal clara de la presión que sufren.
Este atraso afecta las funciones administrativas críticas del consejo local escocés y podría repercutir en la calidad del servicio a la ciudadanía en la región de Highland y las islas vecinas.
No se detallaron aún medidas específicas para aliviar el problema, pero la evidencia apunta a una urgente necesidad de recursos o reorganización interna. El consejo afronta ahora un desafío significativo para estabilizar sus operaciones antes de que el retraso se haga insostenible.
La acumulación de trabajo y el estrés del personal son preocupaciones recurrentes en administraciones locales con recursos limitados, pero el caso de Highland representa un ejemplo claro y actual que podría tomar visibilidad en próximas semanas.
