En un movimiento inesperado, los enviados de Donald Trump, Jared Kushner y Steve Witkoff, mantuvieron una reunión directa con altos líderes de Hamas en Sharm el-Sheikh, Egipto, esta semana. La reunión clave, según fuentes cercanas a Hamas consultadas por Middle East Eye y Axios, allanó el camino para un acuerdo de alto el fuego firmado al día siguiente por Hamas, Israel y mediadores egipcios.
La cita ocurrió el miércoles, cuando mediadores de Qatar, Egipto y Turquía pidieron a Witkoff en plena madrugada que intentara desbloquear negociaciones estancadas mediante un contacto directo con Hamas. Este tipo de encuentros son inusuales, considerando que Estados Unidos no mantiene relaciones oficiales con Hamas, catalogado como grupo terrorista por Washington.
En la reunión, que duró alrededor de 40 minutos, Khalil al-Hayya – uno de los principales líderes de Hamas que sobrevivió hace semanas a un intento de asesinato israelí en Doha – encabezó el equipo palestino. Witkoff transmitió un mensaje contundente: los 20 rehenes israelíes que Hamas mantiene en Gaza “son más una carga que un valor estratégico” y era momento de avanzar hacia la primera fase del acuerdo para liberar prisioneros y poner fin a los ataques.
“El mensaje del presidente Trump es que serán tratados con justicia y que apoya los 20 puntos de su plan de paz, asegurando su implementación,” dijo Witkoff.
Tras la charla, los líderes de Hamas se retiraron a otra sala con mediadores egipcios, cataríes y turcos. Minutos después, Hassan Rashad, jefe de inteligencia egipcio, regresó con sus homólogos para anunciar a Witkoff y Kushner un veredicto claro: “Tenemos un acuerdo.”
El 9 de octubre, el acuerdo fue firmado formalmente, terminando meses de violencia y la denominada “genocidio” de Gaza. Hamas temía que Israel reiniciara la ofensiva tras la liberación de los captivos. Este gesto directo de la administración Trump buscaba disipar esas dudas y garantizar un fin duradero al conflicto.
Esta reunión supone el segundo contacto directo de alto nivel entre Trump y Hamas, después que en marzo el enviado Adam Boehler negoció la liberación de un rehén estadounidense, Edan Alexander.
En Londres y en la Unión Europea, este acercamiento y el fin del conflicto en Gaza serán seguidos muy de cerca por sus implicaciones en la estabilidad regional y en las futuras dinámicas entre EE.UU., Israel y Palestina.
