Las familias afectadas por el atentado de Shankill se reunieron esta semana con el organismo que investiga los hechos relacionados con los Troubles, en Irlanda del Norte.
La reunión formó parte de la campaña promovida por estas familias para localizar y responsabilizar a los líderes republicanos que planearon y autorizaron el atentado conocido como Shankill Bomb. Este ataque fue uno de los episodios más trágicos de la violencia sectaria en Belfast.
El organismo de investigación, especializado en esclarecer crímenes relacionados con el conflicto, mostró una actitud que las familias calificaron de “alentadora” para avanzar en el caso. No se dieron detalles concretos sobre nuevas pistas ni fechas, pero el encuentro fue un paso clave en mantener el foco en los responsables políticos detrás del ataque.
El Shankill Bomb, perpetrado hace décadas durante el pico de los Troubles, dejó un legado de dolor y controversia por la impunidad histórica. Ahora, con la presión renovada de los afectados, el organismo busca intensificar sus esfuerzos para romper el muro de silencio que rodea a los autores ideológicos del atentado.
Sin embargo, expertos señalan que el proceso es lento y complicado por la naturaleza política y secreta de las órdenes dadas durante el conflicto.
Las familias mantienen firme su misión: no solo recordar a las víctimas, sino lograr justicia señalando a los máximos responsables republicanos que hasta ahora no han sido llevados ante la justicia.
