El gobierno británico ha cerrado la puerta a un debate parlamentario sobre la retirada del título de duque de York a Príncipe Andrés y su residencia pagada por fondos públicos, a pesar de la presión creciente.
Este jueves, Downing Street dejó claro que no dará tiempo en el Parlamento para discutir la ley propuesta por la exdiputada laborista Rachel Maskell, que buscaba formalizar la retirada del ducado a Andrés, algo que solo se puede hacer vía ley.
Maskell presentó un proyecto para permitir que el rey retire títulos tras recomendación del Parlamento o petición del propio titular. Pero el gobierno, que controla la agenda parlamentaria, lo descarta, argumentando que hay “otros asuntos importantes” que deben priorizarse.
Ante las preguntas, el portavoz oficial del primer ministro defendió que Andrés ya dejó de usar sus títulos tras el revuelo que reavivó el libro de Virginia Giuffre, quien detalló en Nobody’s Girl sus acusaciones contra el príncipe relacionadas con el escándalo de Jeffrey Epstein. Andrés ha negado siempre las acusaciones y llegó a un acuerdo económico en 2022 con Giuffre.
Mientras, el líder laborista Sir Keir Starmer enfrenta presiones para abrir una comisión parlamentaria que investigue cómo Andrés pudo vivir durante 20 años en el Royal Lodge, una mansión de 30 habitaciones en Windsor Great Park, con un alquiler simbólico a cargo del contribuyente.
El presidente del comité de cuentas públicas, el conservador Sir Geoffrey Clifton-Brown, confirmó que pedirá detalles a la Corona y al gobierno sobre el contrato de arrendamiento de la residencia, aunque la agenda del comité social está llena hasta el próximo año. Será entonces cuando decidirán si abren una investigación.
La controversia escaló luego de que el libro de Giuffre aportara nuevas revelaciones sobre la relación del príncipe con Epstein, uno de los principales acusados de abuso sexual de menores.
En el Parlamento, el presidente de la Cámara de los Comunes, Sir Lindsay Hoyle, aclaró que no hay un veto para discutir la conducta de miembros de la Familia Real, pero que debe hacerse mediante una “moción sustantiva” y no en las sesiones ordinarias de preguntas.
Los nacionalistas escoceses del SNP y los liberales demócratas han presionado para abrir un debate formal y citar a Andrés para que explique las condiciones en las que ha vivido en Royal Lodge. El líder liberal demócrata, Sir Ed Davey, pidió que se le obligue a rendir cuentas en el Parlamento.
Por ahora, el gobierno respalda la posición del Palacio, que prefiere evitar que la Casa Real monopolice el tiempo parlamentario y considera que hay “otros temas que el Parlamento debe abordar”.
La polémica sigue abierta mientras queda claro que solo una ley podría quitar formalmente la dignidad nobiliaria al príncipe, algo que, pese a la decisión pública de Andrés de no usar su título, no se ha concretado ni debatido.
