Yoni Finlay, el hombre herido por un disparo durante el ataque terrorista del 2 de octubre en la sinagoga Heaton Park Hebrew de Manchester, fue dado de alta y continúa su recuperación en casa. Finlay, que sufrió una herida de bala por parte de un policía mientras ayudaba a bloquear las puertas de la sinagoga en Yom Kippur, permaneció más de siete horas en cirugía.
El atentado dejó dos muertos: Melvin Cravitz, de 66 años, y Adrian Daulby, de 53, quien falleció por un disparo policial accidental mientras los agentes respondían a la amenaza. Jihad Al-Shamie había embestido con un coche a los fieles fuera de la sinagoga, atacó con un cuchillo dentro y llevaba un cinturón falso de explosivos.
Dos hombres más permanecen hospitalizados en condición estable: un guardia de seguridad herido cuando Al-Shamie arrolló el vehículo y un voluntario apuñalado durante la agresión. La Policía de Manchester informó que Finlay ya no requiere hospitalización.
“Está en dolor, pero el impacto emocional será lo que cueste más superar”, dijo Naomi Finlay, exesposa de Yoni, a la BBC.
El ataque terrorista sigue en investigación bajo la supervisión del Independent Office for Police Conduct, que trata a los agentes como testigos. La ministra del Interior, Shabana Mahmood, defendió la actuación policial: “Actuaron bajo la creencia de que un terrorista podría detonar un dispositivo explosivo”.
No hay dudas en la responsabilidad por las muertes y heridos, remarcó Mahmood, mientras la comunidad local sigue lidiando con el trauma de un ataque que conmocionó a toda Manchester.
