Ian Watkins, exvocalista de la banda Lostprophets, fue asesinado este 11 de octubre dentro de la prisión HMP Wakefield, donde cumplía una condena de 29 años por delitos sexuales contra menores, incluido intento de violación de un bebé.
La policía de West Yorkshire confirmó el fallecimiento tras un ataque con un arma blanca. Los servicios de emergencia llegaron rápidamente, pero Watkins murió en el lugar. Se ha iniciado una investigación completa para esclarecer las circunstancias del apuñalamiento.
Watkins, de 48 años, ya había sido blanco de violencia en prisión. En agosto de 2023 sufrió un ataque previo que le dejó heridas en el cuello, pero sobrevivió. La agresión mortal ocurre semanas después de un informe crítico de la inspección penitenciaria que alertaba sobre el aumento de la violencia en HMP Wakefield, especialmente contra presos mayores condenados por crímenes sexuales.
El exrockero saltó a la fama en los 2000 con Lostprophets, conocida por éxitos como ‘Last Train Home’ y ‘Rooftops’. La banda se disolvió inmediatamente tras la revelación de sus crímenes en 2012, que detonaron una ola de condenas sociales y mediáticas en Reino Unido.
En diciembre de 2013, Watkins fue condenado a 29 años de prisión más 6 en libertad vigilada. Fue declarado culpable de múltiples delitos sexuales, descritos por el juez Royce como “un nivel de deformidad sin precedentes”. Sus cómplices, madres de menores abusados, también recibieron largas penas.
Des Mannion, del NSPCC, declaró: «Watkins usó su fama para manipular y abusar de niños, pero esto no es sobre celebridades, es sobre víctimas».
Su muerte cierra un capítulo oscuro en la historia criminal británica, aunque el daño a las víctimas persiste. El caso Watkins sigue siendo un recordatorio brutal del peligro que representan estos abusadores incluso tras caer en desgracia.
