Jamie Dimon, CEO de JP Morgan Chase, lanzó una advertencia esta semana sobre un posible desplome en los mercados bursátiles de Reino Unido y Estados Unidos, que hoy cotizan en máximos históricos. En una entrevista con la BBC, Dimon destacó riesgos como la incertidumbre geopolítica, el rearme global y la creciente deuda pública, todo en un contexto de valoraciones excesivamente altas.
El multimillonario adelantó que el colapso podría ocurrir en cualquier momento desde los próximos seis meses —por abril de 2026— hasta dentro de dos años, en octubre de 2027. Esta predicción refleja la dificultad para “timing” exacto en mercados tan complejos y volátiles, incluso para expertos con décadas de experiencia.
Otros gestores institucionales, como Trevor Greetham de Royal London Asset Management, comparten la precaución. Aunque mantiene una visión positiva a largo plazo sobre las acciones estadounidenses, recomienda diversificar y rebalancear portfolios para evitar sobreexposición, anticipando que puede estallar una burbuja.
Por el momento, no hay certezas sobre un crash inmediato. Factores como una posible reducción de tensiones internacionales, avances en inteligencia artificial y recortes en tasas de interés podrían relajar las presiones actuales. De hecho, ya se han revisado al alza las previsiones de beneficios empresariales para 2026.
De todas formas, Dimon y Greetham apuntan a estrategias defensivas para capear la tormenta si esta llega. Sectores como la salud, representados por compañías como AstraZeneca, se posicionan como refugios sólidos. Las necesidades médicas persisten incluso en recesiones, y AstraZeneca tiene un pipeline fuerte que podría sostener su crecimiento a pesar del riesgo de perder exclusividad en medicamentos clave y la competencia de genéricos.
Con la bolsa en máximos y las advertencias creciendo, los inversores en Reino Unido y fuera deben evaluar alternativas que mitiguen caídas abruptas y posibles correcciones. La clave está en diversificar, vigilar el contexto geopolítico y financiero, y estar listos para aprovechar compras en precios deprimidos si la volatilidad se dispara.
Dimon fue claro: el mercado caerá en algún momento, pero cuándo es imposible de saber. Mientras tanto, la cautela y la preparación mandan.

































