Los Chicago Bulls mantienen su dominio en la Conferencia Este con un arranque de temporada perfecto tras superar a los New York Knicks 135–125 en Chicago el pasado 31 de octubre. Josh Giddey lideró a su equipo con un récord personal de 32 puntos, 10 rebotes y nueve asistencias en una actuación que ha despertado la esperanza de la afición por primera vez en casi tres décadas.
Este triunfo marca la quinta victoria consecutiva del equipo en la temporada 2025–26 y los deja como el único equipo invicto del Este. El comienzo más sólido de los Bulls desde 1996, cuando la icónica plantilla liderada por Michael Jordan, Scottie Pippen y Dennis Rodman arrancó con una racha de 12 victorias seguidas, camino al título de la NBA.
Giddey, de 23 años, llegó a Chicago tras un traspaso con los Oklahoma City Thunder durante la última offseason y ya es uno de los pilares fundamentales. Sus promedios tras cinco partidos son de 20 puntos, siete rebotes y siete asistencias, un hito que solo alcanzaron en la historia de la franquicia Pippen en 1993 y Guy Rodgers en 1967. La gerencia le aseguró un nuevo contrato de £78 millones por cuatro años en septiembre.
La juventud y energía son las grandes fortalezas de esta versión de los Bulls, con un promedio de edad de 25,3 años y jugadores que están respondiendo a la ausencia de Coby White. El base, que se recupera de una lesión en la pantorrilla, aún no ha debutado y se espera que regrese en dos semanas. Mientras tanto, Ayo Dosunmu y el sophomore Matas Buzelis han tomado las riendas. Dosunmu anotó 22 puntos y nueve asistencias ante los Knicks, y Buzelis brilló con 27 puntos contra Sacramento la semana pasada.
El veterano Nikola Vucevic mantiene la estabilidad, promediando cerca de un doble-doble y fue clave con 26 puntos y siete rebotes en el último partido. Su liderazgo sobre la cancha es crucial para que el joven grupo mantenga la compostura y competitividad.
Los Bulls ahora se preparan para enfrentar nuevamente a los Knicks en Madison Square Garden el lunes 3 de noviembre, buscando ampliar esta racha perfecta que no se veía en Chicago desde la era Jordan.

































