Jacob Thompson, un joven británico de 19 años, pelea por su vida tras ser atacado brutalmente en Coonabarabran, Nueva Gales del Sur, Australia, el pasado lunes 13 de octubre.
Según fuentes policiales, Jacob caminaba por Cowper Street cuando fue abordado por un hombre y dos mujeres. Testigos aseguran que uno del grupo roció al joven con un líquido inflamable, presuntamente gasolina, y lo prendió fuego al instante.
Vecinos intervinieron rápidamente para apagar las llamas y llamar a emergencias. Thompson sufrió quemaduras de tercer grado en el 32% de su cuerpo, incluyendo rostro, torso, brazos, espalda y piernas. La gravedad obligó a que fuera trasladado en helicóptero a Concord Hospital en Sydney donde permanece en coma inducido y con soporte vital.
La familia, presente en el momento del ataque, emitió un comunicado expresando el impacto emocional y físico que este suceso ha dejado. “Un trauma que marcará para siempre”, comentaron.
La policía arrestó a los presuntos agresores: una mujer de 45 años, un hombre de 19 y una menor de 17. El hombre fue acusado formalmente por causar daño corporal grave con intención y por alteración del orden público. La mujer mayor enfrenta cargos por alteración del orden y ambos negaron la fianza. La menor fue liberada bajo investigación continúa.
Las autoridades mantienen abierta la investigación para esclarecer el motivo del ataque y si hubo alguna relación previa entre las partes.
Para ayudar a la familia, se ha abierto una campaña de recaudación en GoFundMe con el objetivo de cubrir gastos médicos y de reubicación durante la recuperación de Jacob.
Este caso brutal ha generado conmoción en la comunidad local y recuerda la alerta constante frente a la violencia juvenil y sus consecuencias devastadoras.

































