La confianza de los consumidores en el Reino Unido subió dos puntos en octubre hasta situarse en -17, en un contexto donde el Black Friday se acerca y aumenta la disposición a comprar artículos caros como muebles, televisores y electrodomésticos.
El índice de compra de bienes mayores avanzó cuatro puntos a -12, mostrando una recuperación clara respecto al año pasado, cuando la cifra estaba nueve puntos por detrás. Según Neil Bellamy, de GfK, “después de años de alta inflación, los consumidores británicos se han vuelto expertos en esperar a las rebajas para maximizar su dinero”.
Este año el Black Friday será el 28 de noviembre, el día más intenso para el comercio minorista del Reino Unido, con grandes descuentos en electrónica, ropa y hogar. Muchos consumidores ahora posponen sus compras más importantes para esta fecha.
Sin embargo, el ambiente es de cautela. El Gobierno anunciará el presupuesto el 26 de noviembre, justo dos días antes del Black Friday, un hecho que podría enfriar el gasto si introduce medidas económicas inesperadas.
2025 ha sido un año complicado para la confianza del consumidor. Los precios registraron su mayor alza desde enero de 2024 en agosto y el desempleo aumentó. La reducción de tipos de interés por parte del Banco de Inglaterra en agosto ofreció algo de alivio, pero el nerviosismo sigue presente.
A pesar del contexto, el poder adquisitivo en el Reino Unido se mantiene alto en comparación con Europa, con una media de €30,486 por persona para gastos y ahorros, situándolo en el sexto puesto continental. Las áreas próximas a London, como Windsor y Maidenhead, lideran con €45,331 per cápita.
Los británicos muestran además precaución financiera: la confianza en el ahorro creció siete puntos hasta situarse en +29 en octubre, reflejo de familias que están reservando dinero a la espera de más señales económicas claras.
El duelo entre las ganas de aprovechar el Black Friday y la incertidumbre sobre el próximo presupuesto marca el pulso del consumo británico al cierre de 2025.
