La histórica sede Hill Dickinson Stadium de Liverpool pasó este sábado a la historia al acoger su primer evento deportivo fuera del fútbol con la disputa del Ashes de rugby league entre Inglaterra y Australia.
Un estadio lleno hasta la bandera vivió la derrota de Inglaterra 14-4 frente a los australianos, manteniendo la racha negativa para el equipo británico que no gana la serie desde 1970. Inglaterra buscaba una reacción tras la dura caída 26-6 en Wembley la semana pasada, y aunque fueron mejores en el primer tiempo con empate 4-4 al descanso, no lograron romper la defensa australiana en la segunda parte.
El encuentro se decidió con dos ensayos australianos en siete minutos: Cameron Munster y Hudson Young rompieron la paridad para dar la victoria a los doble campeones mundiales. A pesar de la expulsión temporal del australiano Josh Addo-Carr por una entrada peligrosa, Inglaterra no encontró el camino para levantar el marcador.
Más allá del resultado, el ambiente en el estadio fue vibrante y la experiencia gustó a los organizadores. Rhodri Jones, director comercial de Rugby League, confirmó antes del partido que quieren repetir eventos en el estadio de Everton y expandir el rugby league en Liverpool.
“Esperamos volver pronto, no solo hemos agotado las entradas, sino que el éxito del día demostrará que el rugby league es viable en este estadio,” dijo Jones.
Hill Dickinson Stadium, conocido principalmente por partidos del Everton FC, abre así una nueva etapa en su relación con otros deportes. La intención es consolidar Liverpool como sede habitual del rugby league, aprovechando la ubicación y capacidad del estadio en el corazón de la ciudad.


































