El príncipe Andrew está bajo fuego y la opinión pública británica no le da respiro. Un sondeo de Ipsos esta semana muestra que el 82% de los británicos tienen una opinión negativa sobre él, un aumento desde el 74% que registró antes de que renunciara a sus títulos oficiales.
El escándalo que rodea su relación con el financiero condenado por abuso infantil Jeffrey Epstein lo está hundiendo aún más en la impopularidad. Según el mismo sondeo, el 51% cree que el Parlamento debería quitarle sus títulos de forma formal, algo que hasta ahora no ha ocurrido pese a que Andrew no puede usarlos públicamente.
Este viernes, el príncipe anunció que ya no será conocido como Duque de York, renunció a la Orden de la Jarretera —la más antigua orden de caballería británica— y a sus otros honores, pero seguirá siendo príncipe por ser hijo de la fallecida reina Isabel II.
“Con Su Majestad y la familia hemos concluido que las acusaciones continuas distraen del trabajo de la Corona. Por ello no usaré mis títulos ni honores concedidos”, dijo Andrew en un comunicado.
Los resultados del sondeo reflejan un fuerte desgaste: no solo Andrew y su exesposa Sarah Ferguson son los menos populares en la familia real, con una aprobación del 13%, sino que la popularidad del conjunto de Palacio ha caído a apenas el 50%, la cifra más baja en décadas.
En contraste, el príncipe William lidera con un 69% de valoración positiva, seguido por su esposa, Catherine (66%), y la princesa Ana (61%). Entre las figuras más cuestionadas además de Andrew están el príncipe Harry (28%) y Meghan Markle (17%), mientras que la reina consorte Camilla apenas alcanza el 33%.
Gideon Skinner, director de Ipsos Reino Unido, subrayó que estas cifras marcan un “momento crítico para la Corona”. Andrew había decidido cinco años atrás alejarse de la vida pública y ahora da un paso más tras el acuerdo con el rey Carlos III, pero la ciudadanía no parece querer que conserve su estatus legal.
A pesar del impacto en Andrew, el apoyo general a la monarquía se mantiene estable si se compara con encuestas previas, aunque ha bajado desde el 86% de 1983 hasta el 50% actual, según estudios del National Centre for Social Research.
Las dudas sobre el futuro de la institución son evidentes, mientras sigue aumentando del 3% al 15% el sector que quiere abolirla en Reino Unido.
El príncipe Andrew niega con firmeza las acusaciones que Virginia Giuffre ha recogido en su memoria póstuma, donde lo describe involucrado en abusos después de una noche en un club londinense. El escándalo sigue abierto y la presión para que pierda sus títulos oficialmente también.
