Con menos de 200 días para las elecciones de Holyrood 2026 en Escocia, los nuevos co-líderes de Scottish Greens, Gillian Mackay y Ross Greer, lanzaron su ofensiva política en la conferencia de otoño celebrada en Edimburgo este sábado.
Mackay y Greer asumieron el liderazgo tras la salida de Patrick Harvie y Lorna Slater en agosto, y centraron sus discursos en la urgencia de construir esperanza frente a lo que calificaron como la campaña “más sucia de la historia”.
Mackay, con fuerte tono crítico, denunció el cierre de la refinería de Grangemouth, que pertenece a la multinacional INEOS, en su circunscripción. “Estamos furiosos por la traición a trabajadores y familias. Ese sitio podía haberse salvado; el Labour prometió £200 millones de libras que nunca llegaron”, afirmó. La co-líder subrayó que la transición hacia las energías renovables debe beneficiar primero a quienes han quedado abandonados.
La situación social también estuvo en el foco: Mackay condenó el auge de grupos de ultraderecha que han organizado protestas antiinmigración en lugares como Falkirk, señalando que esos actos no representan el carácter de sus comunidades. “Creemos que todos los migrantes y refugiados son bienvenidos hoy, mañana y siempre”, aseguró.
Ross Greer reforzó ese mensaje contra la ultraderecha, fustigando a Reform UK y a sus “ricos patrocinadores”.
“No fueron los inmigrantes quienes subieron la luz ni quienes encarecieron el alquiler o la cesta de la compra. Estamos aquí para decir la verdad y construir solidaridad, no muros”
El co-líder también condenó con dureza la situación en Gaza, calificándola de “genocidio a la vista del mundo” y apuntó el rol protagónico de Scottish Greens en la petición de boicot inmediato a Israel y empresas vinculadas a la violencia, tanto en el parlamento escocés como en ayuntamientos.
Escocia, independencia y críticas al SNP
A pesar de que la declaración de independencia no estaba en la agenda oficial del congreso, Mackay y Greer reafirmaron su compromiso inquebrantable con la causa. “Westminster ha fallado a Escocia. La independencia ya no es solo posible, es esencial”, advirtió Mackay, quien ve en la separación la clave para construir una sociedad más justa y ecológica.
Greer, con experiencia en la coalición con el SNP, señaló los límites del actual sistema de devoluciones y criticó la “obsesión con el proceso” del partido nacionalista. Su plan es distinto: fortalecer el apoyo público a la independencia utilizando y ampliando al máximo los poderes actuales del Parlamento escocés.
“Este es un momento crucial. Con Nigel Farage como futuro primer ministro británico, la urgencia por la independencia nunca ha sido mayor”
Ambos co-líderes coincidieron en que las próximas elecciones serán una prueba de la fuerza del movimiento verde por la independencia y el retorno a la Unión Europea.
