El Lifetime ISA (LISA) ha dado un impulso fiscal de más de £1.000 millones al Tesoro británico desde el inicio del año fiscal 2021/22, según un análisis de CBI Economics para Moneybox. A pesar de ello, el gobierno mantiene dudas sobre si este producto cumple con su propósito.
El LISA ofrece un bono estatal del 25% sobre aportes anuales de hasta £4.000, dirigido a jóvenes de entre 18 y 39 años para ahorrar en la compra de su primera vivienda o para la jubilación. Aunque es una cuenta libre de impuestos, genera ingresos para el Estado no solo por los impuestos vinculados a la compraventa de inmuebles, como el stamp duty y los costes de registro, sino también por una comisión por retiradas no autorizadas. Por cada libra invertida, el gobierno recupera £1,45 en ingresos.
“Este análisis demuestra el valor e impacto del producto”, dijo Cecilia Mourain, responsable de ahorro y compra en Moneybox, y apuntó que con ajustes podría potenciar la resiliencia financiera de futuras generaciones.
El Comité del Tesoro continúa examinando la viabilidad del LISA, enfocándose en su doble función, que según algunos puede confundir a los consumidores y alejarles de productos más adecuados como las pensiones. Sin embargo, datos de Moneybox contradicen esa percepción: el 81% de los usuarios afirma que el plan mejoró su hábito de ahorro y el 84% se siente más seguro financieramente.
La penalización por retirada anticipada supone solo el 8,3% de los ingresos fiscales generados por el producto. Mientras, el uso del LISA para comprar viviendas crece: en 2023/24 se retiraron ya £1.300 millones para ese fin, y el número de beneficiarios aumentó de 56.100 a 87.250 en un año.
En 2024, los ahorradores con ingresos de entre £30.000 y £40.000 aportaron £600 millones a la economía mediante estos planes.
Por ahora, se estima que el LISA alcanzará un impacto económico fiscal de £4.000 millones para 2040. Sin embargo, se avecina una revisión integral del sistema ISA en el Reino Unido. La Secretaría del Tesoro podría reducir el tope libre de impuestos de £20.000 a £10.000 para estimular la inversión en acciones nacionales, además de bajar el impuesto sobre la compraventa de valores (stamp duty) al 0,5%.
