Lily Allen ha dejado en shock a sus seguidores al nombrar públicamente a la mujer que, según ella, David Harbour habría usado para engañarla durante su matrimonio. La cantante británica, de regreso tras siete años de silencio discográfico, ha explotado esta polémica en su nuevo álbum West End Girl.
El disco, con 14 canciones grabadas en una intensa sesión de 10 días, refleja la tormenta emocional de Allen tras cuatro años de matrimonio con el actor estadounidense, famoso por su papel en Stranger Things. Su separación, confirmada a principios de este año, estuvo marcada por rumores y ahora confirmaciones veladas de infidelidad.
En el tema Madeline, Allen menciona texto y llamadas con una mujer a quien sugiere fue la clave de la traición. Con líneas crudas como
“Who the f*** is Madeline?”
, cuestiona la sinceridad de la relación y pone en duda incluso las reglas de su supuesto matrimonio abierto. Los fans creen que “Madeline” puede ser un seudónimo, pero la carga emocional y detalles apuntan a que el relato es autobiográfico.
Otras canciones como Tennis, Pussy Palace, y Sleepwalking profundizan en el impacto psicológico que la infidelidad y la mentira tuvieron en Allen. Ella describe noches de insomnio, dudas constantes y la lucha por mantenerse sobria ante el estrés emocional.
La reacción en redes sociales ha sido rápida y dividida. Mientras muchos apoyan la valentía de Allen para sacar a la luz su verdad en formato musical, otros debaten si estas letras mezclan realidad con licencia artística. Comparaciones con álbumes icónicos sobre la infidelidad, como Lemonade de Beyoncé o Jolene de Dolly Parton, refuerzan el interés.
Este nuevo lanzamiento no solo marca el regreso discográfico de Lily Allen, sino que también reaviva el foco en la crisis personal que vivió con Harbour, cuya respuesta pública aún no ha llegado. La cantante británica ha transformado su dolor en una obra artística que resuena a nivel global y abre el debate sobre la honestidad y complejidad de las relaciones modernas.
