Lloyds Banking Group sufrió hoy una caída de más del 4% en bolsa tras anunciar que tendrá que aumentar sus provisiones para cubrir el escándalo de financiación de coches mal vendidos en Reino Unido.
Los reguladores británicos han lanzado un programa de compensación para los clientes afectados por préstamos de coches mal estructurados y Lloyds prevé costes adicionales que no estaban previstos en sus cuentas.
Hasta ahora, Lloyds ya había reservado más de £1.000 millones para afrontar el impacto, pero la nueva noticia obliga a incrementar esta cifra y presiona sus ganancias a corto plazo.
A pesar del susto, los expertos apuntan que el mercado ya había descontado parte del riesgo en la subida del último año, cuando la acción avanzó un 48%, impulsada por los buenos resultados en otras áreas como hipotecas, banca minorista y seguros.
La principal incertidumbre sigue siendo la magnitud final de la multa y compensaciones, que el banco aún no puede cuantificar con exactitud. Esto prolonga la volatilidad en los próximos días y semanas, mientras los inversores digieren el impacto y el riesgo regulatorio que anuncia la investigación.
¿Qué significa a largo plazo?
Los analistas sostienen que este golpe no debería afectar la rentabilidad de Lloyds en los próximos años. El coste se afrontará con provisiones y, una vez cerrado el proceso, no se esperan sorpresas similares.
El banco puede compensar estas pérdidas con ingresos de otras divisiones. En 2024, Lloyds registró unos ingresos de £37.77 mil millones, con una base muy diversificada.
El verdadero peligro a futuro podría venir de una regulación más dura y mayores costes de cumplimiento, aunque esto es visto como un riesgo bajo pero no descartable.
Por ahora, la caída de hoy es vista por algunos inversores y expertos como una oportunidad de compra, ya que el valor sigue respaldado por su diversificación y solidez a largo plazo.
El escándalo de la financiación de coches representa un dilema puntual para Lloyds y obliga a seguir de cerca cómo responderá el banco, pero no frena su fuerte presencia en el sector financiero británico.
