París/Londres – El presidente francés, Emmanuel Macron, presionó a más de 40 líderes europeos para intensificar la presión contra Rusia en la cumbre de la Comunidad Política Europea en Copenhague. El mensaje fue claro: derribar drones que violan el espacio aéreo europeo y atacar la “flota sombra” que transporta petróleo ilegítimo para financiar la guerra de Moscú.
Macron apoya una postura más agresiva tras los ataques con drones y sabotajes que han incrementado la tensión en Europa, incluidos incidentes recientes en aeropuertos y bases militares danesas. “Los drones que violen nuestro territorio corren un gran riesgo. Serán destruidos, punto”, dijo el presidente francés, dejando atrás la diplomacia habitual.
La flota sombra está en el centro de la estrategia europea para cortar fondos a Rusia. Macron destacó la detención reciente en Francia de un petrolero bajo sanciones, que además está vinculado a actividades de drones en Dinamarca. “Capturar estos barcos siquiera por semanas daña la eficiencia del esquema ruso que financia entre el 30 y 40% del esfuerzo bélico”, afirmó.
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, anfitriona de la reunión, advirtió de un peligro directo de Rusia para toda Europa y no solo para Ucrania. “No podemos ser ingenuos. Rusia no parará hasta que la forcemos”, sentenció.
El canciller alemán, Friedrich Merz, destacó la unidad europea frente a la agresión, mientras que el primer ministro polaco, Donald Tusk, que sufrió recientes ataques con drones en su país, urgió a abandonar “ilusiones” sobre el conflicto. “Esto es una guerra compleja y total. Si Rusia gana en Ucrania, es el fin de Europa y de Polonia”, advirtió.
Los líderes europeos cerraron la cumbre con un compromiso reforzado hacia nuevas sanciones, especialmente contra el sector energético ruso, y un tono más firme para enfrentar lo que califican como una “guerra híbrida” que amenaza directamente la seguridad continental.
