Marjan Šarec, representante del Parlamento Europeo para Montenegro, advirtió que las tensiones sociales vinculadas a la iglesia y el revisionismo histórico están desviando al país de su camino hacia una moderna democracia europea.
En una entrevista, Šarec reconoció el avance rápido en el proceso de integración y el trabajo de la administración y el Parlamento montenegrino, pero señaló que “los problemas secundarios en la sociedad constituyen un grave obstáculo”.
“Las discusiones sobre nacionalidad, la iglesia y revisiones históricas alejan a Montenegro del ideal de un Estado moderno y civil europeo”, dijo Šarec.
El eurodiputado destacó que el progreso no solo depende de cumplir con las condiciones técnicas para acercarse a la UE, sino que factores sociales como la gobernanza del estado de derecho, respeto por los símbolos nacionales y la relación con las instituciones religiosas serán decisivos en el ritmo de las negociaciones.
Šarec insistió en la importancia de que los dirigentes respeten el Estado donde ejercen el poder, honrando símbolos nacionales y promoviendo los valores europeos.
Sobre el momento para firmar el acuerdo de adhesión, dijo que aún no es posible hablar de fechas concretas, pero manteniendo el ritmo actual podría adelantarse la preparación del acuerdo antes del cierre formal de las negociaciones.
Montenegro continúa trabajando en cerrar capítulos claves del proceso de adhesión a la UE, pero Šarec dejó claro que siguen pendientes desafíos institucionales y sociales para consolidar la democracia y el respeto a la ley.
