Matt Willis, cantante y cofundador de Busted, ganador de la sexta edición de I’m a Celebrity… Get Me Out of Here en 2006, ha abierto la puerta a un lado oscuro del programa. A casi dos décadas de su triunfo, Willis admite que participar fue un error que no solo no impulsó su carrera musical, sino que agravó sus problemas personales.
En su podcast On The Mend, Willis contó que acudió al show por presiones de su discográfica, que se negaba a lanzar su álbum en solitario sin un aumento previo de su visibilidad. “Me dijeron que tenía que hacer algo para subir mi perfil. ¿Quieres ir a I’m a Celebrity? Dije que sí, con tal de sacar mi disco”, confesó.
Pero la fama ligada al reality fue un arma de doble filo. “Cuando salí, me di cuenta que nadie se interesaba por mi disco, solo por el programa. Para alguien con una adicción activa, como estaba yo, fue lo peor. Quería esconderme, no que me reconocieran a cada paso”, dijo Willis. La presión mediática y la exposición pública fueron un golpe duro para su salud mental y adicción, detalló.
Matt reveló que fue “un error” y que, aunque ganó, sintió que perdió su identidad. “Dejé de ser conocido por mi música y pasé a ser solo un famoso del reality”, afirmó.
Willis también celebró este año sus ocho años de sobriedad, un hito marcado por la lucha constante contra el alcohol y las drogas. Agradeció el apoyo de su familia, especialmente de su esposa, la presentadora Emma Willis, con quien se casó en 2008 y tiene tres hijos.
“Sin la sobriedad pierdo todo: a mi familia y a mí mismo. Esta vez sé que estoy en un lugar diferente”
La estrella británica reconoció que la recuperación es un proceso diario y que ser transparente sobre su adicción es una forma de mantenerse firme y ayudar a otros en la misma situación. “Ser abierto sobre esto no me afecta negativamente, al contrario. Recordar de dónde vengo y lo que puedo perder me mantiene fuerte”, dijo.
Matt Willis encara el futuro con nuevos proyectos y sin la sombra del reality predominando su nombre, decidido a que su música y su vida personal recobren protagonismo. Pero el paso por la jungla le dejó una lección clara: la fama rápida puede tener un precio alto para quienes atraviesan problemas de salud mental y adicción.
