Mike McDaniel, entrenador de los Miami Dolphins, está bajo presión tras una conferencia de prensa postpartido que se volvió viral por su comportamiento extraño y preocupado.
Después de la ajustada derrota 33–27 contra los New England Patriots, McDaniel mostró nerviosismo, titubeos y evitó el contacto visual en sus respuestas, encendiendo las especulaciones sobre su confianza y la seguridad en su puesto.
El equipo encadena dos derrotas consecutivas, incluyendo un duro revés contra los Indianapolis Colts, y según fuentes cercanas, ya hubo una reunión solo con jugadores para abordar la crítica situación. La impaciencia de la directiva, encabezada por el propietario Stephen Ross, parece crecer.
“Él estaba realmente frustrado, como yo. Hablamos sobre el desafío que se viene”, dijo McDaniel sobre su conversación con Ross tras el partido, aunque los observadores sugieren que la charla pudo haber sido tensa.
McDaniel llegó con una reputación de innovación ofensiva y carisma, pero en sus cuatro temporadas acumula un récord discreto de 28 victorias y 25 derrotas, sin trinfar en playoffs. Las lesiones de su estrella, el QB Tua Tagovailoa, no han ayudado, pero la paciencia se agota.
Los aficionados y analistas no han ocultado su frustración por la caída del que fue un entrenador joven, enérgico y creativo. Las redes sociales arden con críticas directas al liderazgo y la comunicación de McDaniel.
El próximo partido contra los Buffalo Bills, crucial para darle aire al equipo, será también decisivo para la continuidad del técnico. Una tercera derrota podría significar el final de su ciclo en Miami.
La inversión de la franquicia en una plantilla competitiva debería reflejar mejores resultados inmediatos. La mirada ahora está puesta en si McDaniel podrá revertir la tendencia y recuperar la confianza perdida dentro y fuera del vestuario.
