La selección de fútbol de Montenegro juega hoy a las 18:00 en Podgorica contra Liechtenstein, un partido que en circunstancias normales sería un trámite para los “halcones”. Sin embargo, la realidad es dura: Montenegro no puede darse el lujo ni siquiera de asegurar una victoria frente a la selección 204 del ranking FIFA.
Mirko Vučinić, entrenador y exjugador, habló sin tapujos en la rueda de prensa previa al amistoso y admitió que el equipo está en un momento crítico. “Actualmente estamos al pie del Monte Everest, y para subirlo necesitamos estar todos unidos. Quien no quiera formar parte del grupo, quedará fuera”, dijo intentando graficar la montaña enorme que tienen por delante.
La derrota 4-0 ante las Islas Feroe, la selección número 136 del mundo, dejó a Montenegro en un profundo abismo y puso en evidencia un problema de fondo que Vučinić señala claramente: falta de mentalidad competitiva. “No sabemos competir. Cuando llegas a un punto donde debes dar un paso adelante, solo los ganadores y competidores lo hacen, pero muy pocos son ganadores. Nosotros no tenemos esa cabeza”, declaró.
El seleccionador señaló que el trabajo debe comenzar desde la mente. Puso como ejemplo a Luka Modrić, un “campeón que sigue en la cima porque su cerebro lo impulsa”. Montenegro necesita encontrar ese mismo fuego interno para salir adelante.
Buscando inspiración en Stefan Savić
Vučinić instó a sus jugadores a tomar como ejemplo al capitán Stefan Savić, quien ha tenido una carrera exitosa en clubes grandes como Atlético de Madrid, ganando Europa League y llegando a la final de Champions. Savić, un símbolo del esfuerzo y la entrega, representa el tipo de actitud que el técnico quiere ver en la selección.
Tras el batacazo en Torshavn, Vučinić habló de humildad, responsabilidad compartida y la necesidad de unirse en torno a un objetivo común. “Si no corremos uno por el otro, estamos perdidos”, dijo. Y remarcó que la camiseta debe ser una “santidad” para los jugadores.
El técnico espera hacer cuatro o cinco cambios en el once inicial para el partido frente a Liechtenstein, que probablemente se juegue ante muy pocos espectadores. Vučinić entiende la desilusión de los hinchas y les pidió paciencia, destacando que solo con resultados y entrega podrán recuperar la confianza y las gradas.
A pesar de la crisis y la presión, el exdelantero mostró convicción. “No me falta motivación ni ganas de seguir. La derrota 0-4 duele mucho, pero veo la voluntad en los entrenamientos y eso me impulsa a continuar”, dijo con firmeza.
Montenegro encara este amistoso como un examen clave para detener su caída libre en el fútbol internacional. La urgencia de cambiar la mentalidad y revertir la imagen es crítica, y el país observa si esta generación podrá volver a ser competitiva o continuará el deslizamiento.
