Chris Hinchliff, diputado independiente por North East Hertfordshire, acusó esta semana a la compañía Thames Water de una “gestión temeraria” en el manejo de las alcantarillas tras las inundaciones que afectaron a Buntingford y Watton-at-Stone.
Hinchliff, que perdió el respaldo del Partido Laborista y ahora actúa como independiente, presentó una Early Day Motion en la Cámara de los Comunes para exigir que el gobierno recupere fondos públicos y destine inversiones que mejoren la infraestructura hídrica del área. El diputado fue contundente con su crítica:
“El sistema de agua no sufre solo por malas decisiones aisladas, es un modelo diseñado para enriquecer a unos pocos y no para ofrecer agua limpia a precios justos… los accionistas han ganado más de £85 mil millones desde la privatización mientras los hogares sufren inundaciones y ríos contaminados.”
El parlamentario continuó: “Si el sistema realmente buscara infraestructura adecuada y tarifas asequibles, tendríamos ambas cosas. En cambio, tenemos ríos llenos de suciedad, casas inundadas de aguas residuales y tierras de cultivo contaminadas”.
En respuesta, Thames Water reconoció el impacto grave de los problemas con las alcantarillas y aseguró que la gestión de las inundaciones involucra sistemas combinados de ríos, aguas pluviales y alcantarillas. La empresa destacó que trabaja con autoridades locales para mitigar riesgos y que invertirá £9,5 mil millones en los próximos cinco años para mejorar capacidad, reducir vertidos y cumplir con requisitos medioambientales.
“Sabemos que debemos mejorar para nuestros clientes y el medio ambiente, por eso hemos lanzado el mayor plan de inversión en 150 años para modernizar la red,”
señaló un portavoz.
Hasta ahora, solo cuatro diputados han firmado la moción de Hinchliff, pero la acusación pone otra vez en el foco la polémica sobre la privatización del agua en Reino Unido y su trato a los consumidores.
El debate sobre tarifas, calidad del agua y responsabilidad corporativa sigue abierto en Westminster, con la presión de afectados que temen nuevas inundaciones en plena crisis climática.


































