Una fragata española de la Operación Atalanta de la Unión Europea llegó al petrolero maltés Hellas Aphrodite este viernes tras un ataque pirata en aguas frente a Somalia. Los 24 marineros a bordo permanecen a salvo después de refugiarse en el citadel del buque cuando comenzó el asalto el jueves.
Los piratas atacaron con ametralladoras y lanzacohetes mientras el petrolero transportaba combustible de India a Sudáfrica a más de 1.000 kilómetros de la costa somalí. Sin embargo, la fragata española ESPS Victoria, apoyada por helicópteros, drones y un avión, realizó una intervención rápida que obligó a los atacantes a abandonar el barco.
Operación Atalanta informó que las fuerzas especiales abordaron el petrolero para asegurar la embarcación y liberaron a la tripulación. Un portavoz detalló que fue “una demostración temprana de fuerza” lo que hizo huir a los piratas, sin dar más detalles.
Mientras, la fuerza naval mantiene una operación conjunta para interceptar la lancha utilizada por los atacantes, detectada cerca. Se cree que el grupo pirata opera desde un barco pesquero iraní previamente capturado, relacionado con ataques recientes en la zona.
Este incidente se suma al ataque de este lunes contra otro barco mercante, el Stolt Sagaland, bandera de Islas Caimán, que repelió un asalto con disparos entre guardias armados y piratas. Desde enero, se han registrado al menos siete incidentes similares en la región, un repunte tras años de descenso.
La piratería en la costa somalí alcanzó su pico en 2011 con 237 ataques, generando pérdidas económicas globales superiores a 6.000 millones de euros y 138 millones en rescates. El aumento reciente está ligado a la inestabilidad en la región, agravada por el conflicto en Yemen y el impacto geopolítico del enfrentamiento en Gaza.
El centro británico de operaciones marítimas (UKMTO) advirtió este viernes de otro intento de abordaje en la misma área, frustrado por la rápida maniobra de la nave atacada. La Victoria seguirá escoltando al Hellas Aphrodite hasta que pueda reanudar la ruta con seguridad.
Las autoridades europeas y británicas mantienen máxima alerta en la zona por la creciente amenaza pirata y refuerzan patrullas para proteger el tráfico marítimo vital en una de las rutas más disputadas del mundo.


































