Nicola Sturgeon afirmó en Aberdeen que sería “impensable” no cumplir “la Promesa” para mejorar la vida de los jóvenes que han estado en el sistema de cuidados en Escocia.
En un encuentro paralelo durante la conferencia anual del SNP, la ex primera ministra y actual diputada por Glasgow Southside defendió el proyecto de ley Children (Care, Care Experience and Services Planning) (Scotland) Bill como un paso necesario, aunque admitió que no contiene todo lo que los afectados quieren. Dijo que la legislación debe aprobarse ya para luego legislar más cambios tras las elecciones de mayo.
Ryan McShane, con experiencia personal en el sistema de cuidados y miembro del comité de supervisión de The Promise, rechazó el proyecto de ley ante la audiencia: “No es una verdadera Promesa. Su alcance es demasiado limitado” y pidió retrasar la ley para incluir más medidas significativas.
Ethan Mulhall, de Who Cares? Scotland, también crítico, advirtió sobre el riesgo de que el proyecto se apruebe “de forma precipitada” y recordó que han pasado cinco años desde que se lanzó “la Promesa”.
Sturgeon añadió que el cambio debe ser más que legal, que cultura y actitudes en la sociedad también tienen que cambiar para poner a los jóvenes en el centro. Insistió en “no bajar la guardia” y acelerar el ritmo para cumplir el objetivo antes de que acabe la década.
La llamada “Promesa” se lanzó en 2020 con la intención de transformar sistemáticamente los servicios para niños y jóvenes en cuidado, pero un informe reciente del Auditor General y la Accounts Commission reveló falta de planificación inicial, sin definir bien recursos ni indicadores claros hasta finales del año pasado.
El informe critica la lentitud en la ejecución y falta de un marco sólido para medir avances, advirtiendo que esto ha impactado sobre los organismos públicos encargados de cumplir el compromiso. Las nuevas estrategias y el marco de supervisión están previstos para 2025 y deben acelerar el proceso.
El gobierno escocés y COSLA emitieron una declaración conjunta asegurando que toman el informe “muy en serio” y mantienen “compromiso total” con la Promesa.
La presión está ahora sobre los diputados para aprobar el proyecto de ley mientras el debate sobre su alcance sigue abierto, con voces de quienes han vivido el sistema de protección infantil advirtiendo que queda mucho camino para lograr el cambio real.
