OpenAI prepara transformaciones profundas que pueden acabar con su legado como organización sin fines de lucro y acelerar su salida a bolsa. La empresa detrás de ChatGPT anunció una reestructuración respaldada por Microsoft que cambia el control de su modelo corporativo.
La compañía pasará a ser una sociedad de beneficio público (PBC), con control de una entidad sin ánimo de lucro pero operando con mayores libertades comerciales. Este cambio le permite levantar capital sin las limitaciones de su antigua estructura y ampliar su base de socios e inversores.
Microsoft, con un 27% de participación, conserva su rol clave pero pierde derechos exclusivos de computación que antes poseía, abriendo la puerta a que OpenAI diversifique las alianzas necesarias para afrontar sus gigantescos planes de expansión. Sam Altman, CEO de OpenAI, dijo que la medida era esencial para “llevar esta tecnología a todo el mundo y construir nuevas empresas y servicios” basados en ella.
Los costes previstos lanzan la magnitud del proyecto: OpenAI prevé inversiones en infraestructura por valor de 1,4 billones de libras para montar 30 gigavatios de centros de datos, algo que hace del mercado público una vía casi obligatoria para financiar estos gastos. La salida a bolsa parece ahora el camino más probable, sin fecha aún definida.
Impacto para Reino Unido y la industria AI
El Reino Unido, como centro tecnológico europeo, mira con atención este viraje. La entrada de OpenAI en mercados públicos podría acelerar la inversión en inteligencia artificial y proyectos en centros tecnológicos de Londres y Manchester, además de impactar en la competencia mundial del sector. También implica una nueva etapa con riesgos inherentes: presión regulatorias, equilibrio entre rapidez, innovación y seguridad en IA.
Así, OpenAI pasa de ser un laboratorio de investigación a un actor público con compromiso con inversores y usuarios. La compañía mantiene la colaboración con Microsoft, pero la relación se suaviza y se extienden oportunidades para nuevos contratos y capital.
Microsoft, que invirtió alrededor de £10.7 mil millones, podrá aprovechar una participación que se ha multiplicado casi por diez, mientras se abre a un mercado más competitivo. Para los analistas en Londres y Madrid, esta operación dibuja un cambio radical para el futuro de la IA en Europa y en el mundo.
No hay confirmación oficial de fecha de salida a bolsa pero la estructura está lista. En el Reino Unido, donde la regulación tecnológica y financiera es estricta, una IPO de este calibre será vigilada con lupa por autoridades y mercado. Mientras tanto, el gigante AI avanza con pie firme hacia su próxima gran etapa.


































