Owlstone Medical, startup con sede en Cambridge, acaba de asegurar una financiación clave de hasta 49,1 millones de dólares (cerca de £40 millones) otorgados por la agencia estadounidense ARPA-H. El dinero impulsará su programa POSEIDON, una iniciativa para desarrollar un test multicáncer que se pueda usar desde casa, con una simple muestra de aliento o orina.
La empresa, lanzada en 2004 como spin-out de la University of Cambridge, se centra en su tecnología patentada Breath Biopsy. Esta mide compuestos orgánicos volátiles (VOCs) en el aliento, biomarcadores que indican la presencia de células cancerosas sin necesidad de métodos invasivos.
POSEIDON pretende revolucionar la detección precoz de cáncer. Utilizando un inhalador desechable, se liberan sensores sintéticos que se adhieren a células tumorales y generan códigos de ADN junto a señales químicas detectables en aliento y orina. El sistema puede identificar 36 tumores sólidos diferentes en estadio I, cuando las probabilidades de curación son mayores.
“El sector necesita una revolución en el cribado del cáncer”, dijo Ross Uhrich, director del programa. “POSEIDON ofrecerá una prueba accesible y precisa, que cualquier persona podrá usar sin visitar al médico y mucho antes de tener síntomas evidentes”.
El reto del diagnóstico tardío es enorme en EE. UU., donde cerca del 40% de la población sufrirá cáncer en su vida. Este año la cifra de nuevos casos superará los 2 millones, con más de 618,000 muertes.
Owlstone trabaja en colaboración con instituciones como MIT, Boston University, Georgia Tech y socios tecnológicos de Europa para avanzar rápido en la comercialización de esta prueba.
El procedimiento para el usuario es sencillo, rápido y no invasivo: la recogida de muestra de aliento dura un minuto y los resultados llegan en máximo 72 horas, integrándose en los historiales médicos electrónicos automáticamente.
Billy Boyle, CEO y cofundador, destacó que esta financiación “valida el aliento como herramienta diagnóstica y demuestra que podemos superar los límites que han frenado hasta ahora la detección temprana del cáncer”.
Este avance fortalece el papel de Reino Unido en la innovación biosanitaria global, con inversión directa de EE. UU. en un proyecto que podría salvar miles de vidas y reducir costes en salud asociados a tratamientos tardíos y agresivos.
