Peacock lanzó esta semana Devil in Disguise: John Wayne Gacy, una miniserie que reabre el debate sobre el infame asesino estadounidense y el papel de la policía de Chicago durante su captura.
La serie, a cargo del showrunner Patrick MacManus, evita el terrorismo visual y el enfoque en la violencia gráfica. En vez de mostrar las atroces muertes o la figura perturbada de Gacy, protagonizado aquí por Michael Chernus, la producción opta por tensar la narrativa a través de investigaciones y pérdidas familiares.
Los primeros seis episodios no revelan ni un solo asesinato explícito. En su lugar, se centra en la búsqueda de los jóvenes desaparecidos y la indiferencia de las autoridades, representadas por el detective jefe Joe Kozenczak (James Badge Dale), que inicialmente desestima la urgencia del caso.
El personaje de Elizabeth Priest (Marin Ireland) es clave: madre de uno de los desaparecidos, impulsa la investigación junto al detective Rafael Tovar (Gabriel Luna) hasta llegar a Gacy. Solo tras su insistencia, la policía se involucra, descubriendo una macabra colección de cadáveres en la casa del sospechoso.
MacManus dice a TVLine que la historia es un análisis profundo de la fallida comunicación y prejuicios policiales que permitieron a Gacy actuar impunemente. “No demonizamos a la policía, pero sí mostramos un sistema roto”, afirmó.
“Estamos laudiendo a los que trabajaron en identificar víctimas mientras criticamos los fallos del sistema”, dijo MacManus.
El verdadero horror surge al documentar la lucha por esclarecer el caso y honrar a las víctimas, evitando revictimizar con imágenes horrendas o sensacionalismo. Así, la serie subraya las vulnerabilidades de las víctimas y la negligencia oficial.
Este enfoque diferenciado posiciona la serie como un thriller psicológico y social, no solo un true crime sangriento más.
Devil in Disguise: John Wayne Gacy está disponible desde el 16 de octubre en Peacock y suma otra mirada crítica a los sucesos que conmocionaron a Chicago y al mundo.
