Brian Harrison, de 66 años y residente en Poachers Lane, Latchford, fue condenado ayer en Newcastle Crown Court por abusar de un niño en Sunderland hace casi 50 años.
El tribunal escuchó que la víctima decidió denunciar a principios del año pasado tras cargar con el trauma por casi medio siglo. Harrison enfrentó seis cargos: cuatro por agresión indecente y dos por actos indecentes con menor, todos cometidos en los años 70.
El acusado se declaró culpable en agosto de todos los cargos. En la audiencia, la víctima declaró:
“Brian Harrison me atacó cuando era muy pequeño, he llevado este secreto como una vergüenza individual más de 45 años. Ahora es justo que él cargue con las consecuencias y que se le vea como el delincuente sexual infantil que es y no como la persona que quiere mostrar.”
El juez sentenció a Harrison a cuatro años y cuatro meses de cárcel, una condena que refleja la gravedad de delitos cometidos hace décadas pero con consecuencias duraderas para la víctima.
Este caso subraya cómo el sistema británico permite procesar y castigar abusos que ocurrieron hace mucho tiempo pero que siguen dañando a quienes los sufrieron. La justicia tardía a veces es la única vía para exponer y condenar estos crímenes.
