El diseñador de jardines británico Tom Massey advierte que queda menos de un mes para plantar bulbos de primavera si quieres un jardín colorido a inicios del próximo año. La recomendación es clara: estas seis variedades deben estar en tierra antes del 31 de octubre.
Según Massey, bulbos como narcisos, tulipanes, crocus y jacintos necesitan el frío otoñal para afianzar sus raíces durante el invierno y florecer justo cuando empiece la primavera. Su lista incluye desde los comunes pero espectaculares galanthus nivalis (los conocidos como campanillas o “snowdrops”), hasta bulbos menos habituales pero muy vistosos como el Fritillaria meleagris, también llamado “snake’s head fritillary”.
La clave está en plantarlos con la punta hacia arriba y a una profundidad de al menos tres veces el tamaño del bulbo para evitar que la floración quede comprometida. Massey insiste en plantar un poco más profundo si hay dudas.
Además, aconseja recortar la hierba de la zona antes de sembrar y seguir cortándola hasta Navidad para que los bulbos tengan espacio y sol suficiente. Después del invierno, se empezarán a ver las primeras flores, empezando por los snowdrops, hasta bien entrado junio aparecerán sucesivamente las distintas variedades.
Entre los bulbos destacados están el Crocus tommasinianus, que florece de invierno a principios de primavera y se extiende con facilidad; Narcissus ‘Thalia’, un narciso de flores blancas que aparece en abril; el Tulipa sylvestris, un tulipán silvestre amarillo que promete fragancia entre abril y mayo; y el robusto Gladiolus communis byzantinus, con flores magentas que duran hasta julio.
Estos bulbos son perennes, apunta Massey, por lo que se multiplican y vuelven cada año, haciendo que el jardín gane en abundancia con el paso del tiempo.
En Reino Unido, donde las temporadas cambian rápido y con frecuencia son escasas las semanas ideales para plantar, esta guía es fundamental para aficionados y profesionales del verde que quieren que sus espacios exteriores exploten en color tras la grisura invernal.
