La reciente entrevista del vicepresidente de Montenegro, Aleksa Bečić, para el diario croata Večernji list ha provocado críticas duras en Croacia, país donde Bečić está declarado persona non grata y no puede entrar físicamente.
Bečić afirmó que Montenegro está “mafializada” pero “limpia” y reiteró que su país será miembro de la Unión Europea en 2028. Estas declaraciones encendieron reacciones de políticos y analistas croatas, que lo acusaron de intentar lavar su imagen y de mantener posiciones proserbias y prorrusas.
Andro Krstulović Opara, diputado del partido gobernante HDZ, acusó a Bečić de imponer una “política dominada por los cetniks” y dijo que su aparición mediática busca blanquearse tras ser declarado persona non grata.
“Aleksa algo trata de limpiar su imagen pero sigue sin reconocer límites ni condenar acciones controversiales” – Krstulović Opara
Tomislav Sokol, eurodiputado croata, recordó la prohibición oficial y aseguró que Montenegro no se convertirá en un “bastión del nacionalismo serbio en el Adriático”.
“Montenegro no se convertirá en un bastión del gran serbismo, lo entenderán tarde o temprano” – Sokol
El analista político Aleksandar Musić fue especialmente crítico, calificando la entrevista de “servil” y señaló que el discurso sobre una Montenegro dominada por la mafia es simplista y falso. Advertía sobre la manipulación mediática en Croacia que divide el debate en términos simplistas y dañinos.
“Es hora de cambiar la narrativa y evitar discursos inútiles que solo perjudican a Montenegro y su imagen externa” – Musić
El conflicto trasciende las fronteras de Montenegro, con la lucha política y mediática tomando un papel clave entre aliados y enemigos en la región. La entrevista de Bečić, un funcionario con prohibición efectiva de entrada a Croacia, ilustra cómo las tensiones balcánicas siguen vivas y se reflejan en los medios de comunicación.
Este episodio deja claro que la relación Montenegro-Croacia sigue marcada por el rechazo político y la fuerte polarización, con la prensa croata y figuras públicas muy activas en reprochar las declaraciones de Bečić relacionados con el nacionalismo, la memoria histórica y la guerra en Ucrania.


































