La Reserva Federal de Australia decidió esta madrugada mantener la tasa de interés en 3,60%, un golpe más para los australianos con hipotecas tras un dato de inflación más alto de lo esperado.
El banco central ha bajado las tasas tres veces desde febrero, recortando hasta $270 en pagos mensuales para un préstamo promedio de $600,000. Pero la inflación se mantiene al alza, y esta combinación con un crecimiento económico débil y un mercado laboral sólido mantiene la cautela.
“Si estas tendencias continúan, un recorte antes de Navidad parece poco probable”,
aseguró Ivan Colhoun, economista jefe de CreditorWatch.
La espera de recortes mantiene la presión sobre los hogares endeudados, mientras el mercado inmobiliario no da tregua: los precios de la vivienda llevan siete meses en aumento consecutivo, impulsados por la demanda, según el índice de valor de Cotality.
Sin embargo, hay una medida que apunta a ayudar a compradores primerizos. Este miércoles el gobierno australiano amplía un plan que facilita acceder a una vivienda con depósitos mínimos del 5%. En ciudades como Sydney, donde el límite del programa subió a $1.5 millones, una pareja con ingresos combinados de $123,674 puede reducir su tiempo de ahorro para la entrada de más de 10 años a menos de 3.
Otras grandes ciudades también se beneficiarán: en Melbourne y Brisbane se ahorrará cinco años y nueve meses, en Adelaide cinco años y siete meses.
“Aunque el depósito más bajo implica más deuda y riesgos si bajan los precios, también puede impactar positivamente el mercado”,
dijo el gobernador del banco central, Philip Lowe.
La subida de los alquileres refuerza además la conveniencia del plan. Eliza Owen, jefa de investigación en Cotality, apunta que, en Sydney, ahorrar seis años menos para un depósito podría significar un ahorro de $251,000 en alquileres (dado un promedio de $801 por semana).
En resumen, sin alivios inmediatos en las tasas, la lucha para los australianos hipotecados continúa, aunque la ampliación del programa para primeros compradores ofrece una oportunidad, aunque con riesgos inherentes.
