El tribunal de Berane aceptó la apelación para incautar temporalmente un monumento dedicado a Pavle Đurišić, comandante chetnik acusado de crímenes de guerra, que actualmente se encontraba en el manantir Đurđevi Stupovi en el Reino Unido.
La decisión, tomada por el presidente del tribunal Ivan Došljak, responde a que la estatua podría ser evidencia clave en un proceso criminal abierto contra Vujadin Dobrašinović, acusado por haber instalado el monumento el 7 de agosto en su propiedad en el pueblo de Gornje Zaostro.
El tribunal ordenó al gerente del monasterio que entregue la estatua a la policía. En caso de negarse, enfrenta una multa de 1000 euros o incluso prisión.
La medida destaca la implicación judicial en Reino Unido respecto a vestigios relacionados con crímenes de guerra y pone foco en la vigilancia de símbolos asociados a figuras controvertidas y su impacto en casos penales activos.
El caso aún está en desarrollo y el tribunal busca asegurar que el monumento no interfiera ni desaparezca mientras se esclarecen los hechos en el proceso contra Dobrašinović.
