El Rey Carlos III ha tomado una medida sin precedentes al despojar a su hermano, el Príncipe Andrés, de todos sus títulos y ordenarle abandonar Royal Lodge en Windsor. Esta decisión responde a la presión que ha vuelto a centrarse sobre sus vínculos con el convicto sexual Jeffrey Epstein.
En un comunicado oficial difundido el 30 de octubre, Buckingham Palace confirmó que Andrés perderá los títulos de Príncipe, Duque de York, Conde de Inverness y Barón Killyleagh, así como el tratamiento de Su Alteza Real. Además, fue despojado de los honores de la Order of the Garter y de Caballero Gran Cruz de la Orden Victoriana Real.
La casa real señaló que estas sanciones son necesarias “a pesar de que él continúa negando las acusaciones en su contra”. Esto marca un distanciamiento claro de uno de los miembros más controversiales de la familia real británica.
El impacto también alcanzó a Sarah Ferguson, exesposa de Andrés, quien perdió su título de Duquesa de York. La mujer, que vivía con el príncipe desde 2008, deberá buscar un nuevo domicilio mientras él se mudará a una residencia privada en la finca de Sandringham.
El movimiento llega justo después de que sus hijas, las princesas Beatriz y Eugenia, abandonaran discretamente el Reino Unido. Beatriz fue vista en la conferencia Future Investment Initiative en Riyadh y Eugenia disfruta de una escapada en París. Fuentes internas sugieren que el viaje responde a su voluntad de distanciarse del escándalo y evitar la presión mediática.
A pesar de esto, ambas conservarán sus títulos reales conforme a los privilegios otorgados por el rey Jorge V en 1917, que protegen a las hijas de un príncipe varón.
El propio Andrés emitió un comunicado:
“Las continuas acusaciones son una distracción para la monarquía… Con el acuerdo de Su Majestad, siento que debo ir un paso más allá, dejando de usar mis títulos y honores”.
Pese a negar las acusaciones, reconoció que su retirada “es el curso correcto y honorable”.
Con esta decisión, la familia real británica enfrenta una nueva tormenta de imagen y preguntas sobre la transparencia y el futuro de Andrés con la Corona. Mientras tanto, la sombra de Epstein sigue siendo un desafío latente dentro de Buckingham Palace.
 
						
									


































 
					 
								
				
				
			 
							 
							 
							 
							 
							 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				 
				