Sean “Diddy” Combs ha sido condenado a cuatro años y dos meses de prisión en un caso federal por transportar personas entre estados para encuentros sexuales.
El juez de distrito de Nueva York, Arun Subramanian, dictó la sentencia este viernes tras un juicio que expuso abusos, violencia y control sistemático. Aunque Combs ya había pasado un año en prisión preventiva, la sentencia fija su salida aproximadamente en tres años.
El caso se basó en la aplicación del Mann Act, que prohíbe llevar personas a través de fronteras estatales para prostitución. Combs fue declarado culpable de ese delito en julio, aunque fue absuelto de cargos más graves como el tráfico sexual y el crimen organizado.
Durante el proceso, varias mujeres relataron abusos físicos y sexuales. La expareja Casandra “Cassie” Ventura narró episodios de violencia y abusos durante su relación, incluyendo órdenes para relaciones sexuales con extraños y agresiones en hoteles. Otra testigo aseguró haber sido presionada para mantener relaciones con trabajadores sexuales masculinos bajo la vigilancia de Combs.
“Es un caso sobre un hombre que hizo cosas horribles para satisfacer su propio deseo sexual”, afirmó la fiscal Christy Slavik.
Combs ofreció disculpas en la corte, llamando a su conducta “repugnante y vergonzosa” y admitiendo sus actos de violencia doméstica. Su defensa destacó su carrera, familia y acciones filantrópicas, en un intento de buscar clemencia. Sin embargo, el juez señaló que la magnitud de los hechos y el tiempo que duraron se debió al poder y recursos del acusado:
“¿Por qué pasó tanto tiempo? Porque tenía el poder para mantenerlo y porque no fue atrapado antes”.
Seis de sus siete hijos testificaron en la audiencia, suplicando clemencia y la oportunidad de sanar como familia, especialmente tras la muerte de su madre en 2018.
El caso se desarrolló en un tribunal federal de Manhattan con amplia cobertura mediática. Incluso testigos externos, como el rapero Kid Cudi, describieron momentos de intimidación y violencia relacionados con Combs.
Antes de la sentencia, Combs aseguró en una carta que “el viejo yo murió en prisión” y prometió no volver a delinquir. Sin embargo, la gravedad y duración de los abusos aseguran que cumpla una condena significativa.
