Cientos de miles de pacientes en Shropshire, Midlands, enfrentan las mayores demoras en Reino Unido para conseguir cita con su médico de cabecera (GP).
Desde enero, 92,236 citas en la zona tuvieron que esperar más de 28 días, un aumento del 236% respecto a 2019 cuando fueron solo 27,482.
Este incremento supera al de cualquier otra región inglesa y refleja el colapso en el acceso a atención básica. Las autoridades exigieron que las consultas se puedan reservar en línea, pero los retrasos persisten.
Helen Morgan, diputada liberal demócrata por North Shropshire, calificó la situación como “una crisis nacional” y pidió un sistema de cita 24/7 vía 111 que garantice atención en una semana, o en 24 horas si es urgente.
“Ser el área con más esperas será duro para los residentes, es peligroso tener que esperar más de un mes para ver a un médico”
Morgan denunció que tanto el Gobierno conservador como la oposición laborista fallan en resolver la crisis sanitaria que desmantela la atención primaria británica. Pidió urgente contratación de médicos para evitar la desintegración del NHS.
Las esperas prolongadas afectan especialmente a áreas rurales como Shropshire, donde el acceso ya era limitado. La normalización de estos retrasos genera preocupación entre pacientes y profesionales por el riesgo a la salud pública.
Los retrasos a nivel nacional para citas en GP ya son un problema estructural en el NHS y la falta de soluciones legislativas aumenta la presión sobre la red sanitaria.
En un momento en que el Gobierno busca modernizar servicios con nuevas plataformas digitales, la realidad en terreno sigue mostrando colas largas y paciencia al límite para los usuarios del sistema sanitario público británico.


































