TikTok ha anunciado el despido de más de 400 trabajadores en su oficina de Londres, afectando principalmente a los equipos de moderación de contenido y seguridad, informan fuentes del sindicato Communication Workers Union.
Estos recortes forman parte de una reorganización global que impulsa la sustitución de la supervisión humana por sistemas de inteligencia artificial para moderar material en la plataforma. Además, TikTok trasladará muchas funciones de moderación desde Reino Unido hacia Europa.
El movimiento ha levantado alarmas entre sindicatos, organizaciones de seguridad en internet y políticos británicos, que temen un deterioro en la protección de menores y usuarios vulnerables. Chi Onwurah, diputada laborista y presidenta del Comité de Ciencia y Tecnología, ha sido instada a investigar el impacto de estos despidos y la dependencia creciente de la IA en la plataforma.
El recorte llega en un contexto de creciente presión regulatoria en Reino Unido, donde la Ley de Seguridad en Línea exige medidas estrictas para proteger a los usuarios, especialmente a menores. Recientes informes del grupo no gubernamental Global Witness han acusado a TikTok de “sacrificar la seguridad online”, alertando que su algoritmo ha estado exponiendo a niños a contenido explícito, un incumplimiento grave de las normas de protección infantil.
Los sindicatos TUC y Communication Workers Union advierten que la eliminación de tantas posiciones en el área de confianza y seguridad podría dejar a los usuarios más expuestos a riesgos, al depender demasiado de las revisiones automatizadas que no siempre identifican contenido problemático.
TikTok defiende el cambio afirmando que la IA mejorará la eficiencia operativa y la capacidad de respuesta, mientras reduce costos. Sin embargo, expertos en seguridad digital y activistas dudan que los sistemas automatizados puedan reemplazar la exhaustividad y el juicio de moderadores humanos, especialmente en un entorno donde el contenido se modifica y evoluciona constantemente.
Más allá del impacto en empleo en Londres, esta decisión representa un giro estratégico que podría también afectar la regulación futura para plataformas digitales en el Reino Unido, un país que impulsa controles más estrictos sobre redes sociales tras varios casos de fallos en protección infantil y desinformación.
En definitiva, el enfoque de TikTok de priorizar la inteligencia artificial frente a la supervisión humana en un área tan crítica como la seguridad online abre un intenso debate político y regulatorio que aún está por resolverse.
