El presidente de Kazajistán, Kassym-Jomart Tokayev, dio luz verde esta semana a un ambicioso plan para transformar el sistema parlamentario del país, enfocándose en la creación de un Parlamento unicameral que reemplace al actual bicameral.
Durante la primera reunión del nuevo grupo de trabajo para la reforma parlamentaria, Tokayev calificó la iniciativa como “una de las reformas más importantes en la historia moderna de la nación”. La medida apunta a modernizar la estructura política y consolidar el poder legislativo en una sola cámara, abandonando el sistema bicameral que incluye el Senado y la Cámara de Diputados.
El presidente insistió en que esta transición debe ser cuidadosa y profunda, ya que implica modificar alrededor de 40 artículos constitucionales y más de 60 leyes y códigos. “Es un proceso comparable a adoptar una nueva Constitución”, advirtió Tokayev.
El modelo unicameral, común en dos tercios de los países del mundo según Tokayev, buscará aumentar la eficiencia, profesionalizar a los diputados y reducir la duplicidad decisoria. Todos los diputados serán elegidos mediante listas partidistas, un sistema que, según el presidente, fortalecerá la responsabilidad y la calidad legislativa, evitando el populismo.
El grupo de trabajo que coordina esta reforma incluye representantes del Parlamento, la Administración Presidencial, el gobierno, partidos políticos, la comunidad jurídica y la sociedad civil. Además, se invita a los ciudadanos a presentar propuestas a través de plataformas digitales como e-Otinish y e-Gov, procesos que serán analizados exhaustivamente.
Esta reforma irá acompañada de la creación de un Parlamento digital, que incorporará tecnología avanzada e inteligencia artificial para agilizar la toma de decisiones y ampliar la participación ciudadana.
Tokayev señaló que la reforma no es inmediata. Se anticipa un proceso largo con audiencias públicas, debates expertos y consultorías, hasta culminar en un referéndum nacional previsto para 2027.
El mandatario subrayó que este cambio tiene implicaciones profundas para las instituciones y la sociedad kazaja en un momento en que el país impulsa reformas económicas, sociales y tecnológicas aceleradas.
“La responsabilidad que tienen es inmensa. Esta es una transformación profunda de nuestras instituciones representativas”, dijo Tokayev.
A nivel internacional, expertos consideran que la reforma puede mejorar la gobernabilidad y reducir costes, pero alertan sobre cómo podría alterar el equilibrio del poder y la competencia política en Kazajistán.
Por ahora, Kazajistán inicia una etapa clave que marca un giro estructural y abre una nueva página en la historia política del país, a la espera de debates y resultados finales que definirán su sistema parlamentario.
