Kemi Badenoch, líder conservadora, ha reavivado la polémica al defender su plan para derogar la Climate Change Act, la ley que obliga a Reino Unido a reducir emisiones un 80% para 2050 y que luego estableció el compromiso de alcanzar net zero ese mismo año.
Badenoch calificó de “nonsensical” mantener una ley que, según ella, sólo provocó el cierre de la producción nacional de energía y manufactura, mientras Reino Unido depende cada vez más de importaciones energéticas. “La verdadera catástrofe es detener la producción de petróleo y gas en el Mar del Norte y comprarlo al extranjero, mientras perdemos industrias claves”, dijo a la agencia PA.
La propuesta llega justo antes de la conferencia anual del Partido Conservador en Manchester y rompe un consenso de 17 años entre partidos y científicos, que hasta ahora habían apoyado la continuidad del compromiso climático. La ex primera ministra Theresa May, que elevó los objetivos climáticos en 2019, calificó la iniciativa como “un paso atrás” y “un error catastrófico” para el Reino Unido.
“El consenso es probado, pero la ciencia sigue igual. Debemos proteger el planeta para futuras generaciones” – Lady May
También el exsecretario de negocios y actual presidente del Transition Finance Council, Lord Alok Sharma, advirtió que abandonar la ley pondría en riesgo miles de millones de libras en inversiones privadas, puestos laborales y la reputación internacional del Reino Unido como líder climático.
Por su lado, la ministra sombra de Energía, Claire Coutinho, respaldó la idea conservadora de “priorizar la electricidad barata” y criticó cómo la ley “rigorosa” limita el enfoque energético. “Necesitamos una estrategia que no empeore la economía y los costes energéticos”, dijo a Sky News.
Sin embargo, el secretario de Energía laborista, Ed Miliband, calificó la propuesta de Badenoch de “desesperada” y “un desastre económico”. Los Liberal Demócratas la acusaron de seguir una agenda política populista similar a la de Nigel Farage, líder de Reform UK, quien también quiere eliminar metas de net zero para ahorrar miles de millones.
Introducida en 2008 por el Gobierno laborista, la Climate Change Act fue pionera a escala mundial. Aunque Reino Unido ha reducido sus emisiones a la mitad desde 1990, el enfrentamiento político sobre cómo cumplir la neutralidad ha escalado, en un contexto global donde varios países todavía no han adoptado compromisos similares.
El Partido Conservador acusa a la ley de inflar las facturas de la energía y acelerar la desindustrialización, mientras que expertos advierten que renunciar a los objetivos climáticos podría agravar los riesgos ambientales y climáticos futuros como olas de calor, inundaciones y daños irreversibles a ecosistemas.
El debate se intensificará durante la conferencia conservadora en Manchester, ya que Badenoch y sus aliados buscan marcar la agenda política hacia una revisión total de la política energética del Reino Unido.
