Tom Tugendhat, exministro conservador y aspirante a líder tory el año pasado, lanzó este lunes una dura crítica contra la política económica del Reino Unido al comparar la triple garantía de pensiones con un “esquema Ponzi” durante un evento en la conferencia del Partido Conservador en Manchester.
El triple lock o triple garantía asegura que las pensiones suban anualmente por el mayor valor entre la inflación, el 2% o el aumento salarial medio, una medida presentada como protección para los jubilados pero que la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR) advirtió que será insostenible en 20 o 30 años.
Tugendhat denunció que el sistema actual favorece a los mayores a costa de las generaciones más jóvenes. En sus palabras, la economía británica se ha convertido en “un sistema Ponzi para los mayores” y acusó al partido de resistirse a afrontar este problema, lo que está empujando a los jóvenes hacia formaciones políticas que están “revolucionando” el sistema.
“Esto es el resultado lógico de un sistema económico que es un Ponzi para los mayores. Por eso los jóvenes eligen partidos que están revolucionando eso”, dijo.
Su crítica llega justo cuando el Instituto de Asuntos Económicos señaló durante la misma conferencia que el gasto ligado a la edad, como la triple garantía, es “el elefante en la habitación” para controlar el gasto público en el Reino Unido.
Pese a estas advertencias, el Partido Conservador mantiene su compromiso con la triple garantía. El shadow chancellor Sir Mel Stride declaró a la agencia PA hace unas horas que están “firmemente comprometidos” con esta política.
Para Tugendhat, el estancamiento en esta cuestión aleja a los jóvenes del partido y se necesita “una transición radical de dinero muerto a dinero vivo” para reconectar con ellos:
“Los jóvenes no son tontos. Aunque estén ocupados y distraídos, ven hacia dónde va la economía y están eligiendo a partidos que están revolucionando el sistema.”
El debate sobre la triple garantía de pensiones es central en la política británica, en un contexto de envejecimiento poblacional y presiones fiscales crecientes. El reto ahora para los tories será equilibrar la promesa a los pensionistas con atraer el voto joven imprescindible para futuras elecciones.
