Los empleados de dos importantes plantas de BAE Systems en Lancashire, Warton y Samlesbury, han confirmado huelgas programadas para este noviembre debido a un conflicto por salarios.
La disputa surge en medio de la presión inflacionaria y reclamos por mejoras en las condiciones de pago que, hasta el momento, la empresa no ha logrado resolver. BAE Systems es un pilar de la industria aeroespacial y de defensa británica, por lo que paros prolongados pueden afectar la producción y comprometer proyectos clave.
Los trabajadores, organizados y respaldados por sus sindicatos, exigen un incremento salarial que refleje la subida del costo de vida. La firma no ha emitido un comunicado oficial detallando una contraoferta, pero fuentes internas advierten una postura firme para mantener los presupuestos bajo control.
Esta no es la primera vez que BAE enfrenta tensiones laborales: durante los últimos años, varias convocatorias de protesta han surgido en sitios clave en Reino Unido. Sin embargo, la coincidencia de ambas plantas en huelga apunta a un problema más amplio dentro del sector de defensa, que ya lidia con presiones financieras y una cadena de suministro cuestionada.
El calendario exacto de las jornadas de paro aún no se ha difundido, pero el movimiento se espera para las próximas semanas. El impacto sobre la economía local en Lancashire podría ser considerable, con interrupciones en empleo y producción.
El Reino Unido atraviesa un momento complicado en su mercado laboral, donde desacuerdos salariales se están traduciendo en huelgas y conflictos en varios sectores estratégicos. Esta última movilización en BAE Systems se suma a esa tendencia.
