Tres presos han sido acusados de asesinato después de que un hombre condenado por matar a una niña de dos años fuera encontrado muerto en su celda en la prisión de alta seguridad HMP Wakefield, en West Yorkshire, Inglaterra.
La víctima dentro de la prisión fue Kyle Bevan, de 33 años, sentenciado a cadena perpetua por la brutal muerte de Lola James en 2020. Lola, hija de la pareja de Bevan, falleció tras sufrir graves heridas en la cabeza y más de cien marcas en el cuerpo tras un ataque de seis horas.
El hallazgo se produjo a las 8:25 a.m. del miércoles. La policía de West Yorkshire informó que los acusados son Mark Fellows, de 45 años, Lee Newell, 56, y David Taylor, 63. Los tres fueron remitidos a la corte de magistrados de Leeds, donde están citados para este viernes.
Este suceso ocurre menos de un mes después de que el ex cantante de Lostprophets, Ian Watkins, condenado por delitos sexuales contra menores, fuera asesinado a puñaladas en la misma prisión. Dos presos están imputados por ese crimen y otros dos por conspiración.
Bevan, originario de Aberystwyth, Ceredigion, había negado el asesinato, pero fue condenado en 2023. El abuso a Lola fue descrito por médicos como comparable a un accidente de coche a alta velocidad y mostró evidencias de uso de armas.
Un portavoz del Servicio Penitenciario británico confirmó la muerte de Bevan el 5 de noviembre, pero se negó a dar más detalles mientras continúa la investigación policial.


































