El expresidente Donald Trump lanzó una crítica inesperada sobre la posible participación de Bad Bunny en el próximo Super Bowl LIX, sólo para contradecirse segundos después diciendo que no conoce al artista.
En una entrevista reciente, Trump calificó como “ridículo” que Bad Bunny, estrella global de la música, fuera el cabeza de cartel del show de medio tiempo del Super Bowl en Nueva Orleans. Aseguró que la decisión podría perjudicar las cifras de audiencia de la NFL, que ya, según él, están bajas.
Pero justo tras esta crítica directa y detallada, el exmandatario añadió que en realidad no sabe quién es Bad Bunny, dejando desconcertados a los medios y al público. Bad Bunny, cuyo nombre real es Benito Antonio Martínez Ocasio, es una de las figuras más influyentes del panorama musical mundial, dominando plataformas como Spotify con miles de millones de reproducciones y llenando estadios en todo el mundo.
La NFL aún no ha confirmado oficialmente quién será el artista del espectáculo de medio tiempo para el Super Bowl LIX, lo que alimenta la especulación pública. Las declaraciones de Trump, que mezclan cultura pop y política, han añadido más ruido a un evento que ya genera mucha atención mediática.
Este cruce evidencia la creciente politización en torno a eventos deportivos y culturales de gran impacto en Estados Unidos y más allá.
