El presidente Donald Trump anunció esta semana que dos sobrevivientes de un ataque estadounidense a un submarino venezolano serán devueltos a sus países de origen para ser procesados judicialmente.
El ataque ocurrió el jueves por la noche contra un submarino que transportaba “mayormente fentanilo y otras drogas ilegales”, según Trump. Dos de los narcoterroristas a bordo murieron durante la operación.
Trump identificó a los sobrevivientes como ciudadanos de Ecuador y Colombia. Confirmó que serán repatriados y detenidos en sus países para enfrentar cargos relacionados con narcotráfico y terrorismo.
El presidente destacó que no hubo bajas entre las fuerzas estadounidenses durante el ataque y sostuvo que su administración mantiene una política firme contra la narcoterrorismo, tanto por tierra como por mar.
“Bajo mi supervisión, Estados Unidos no tolerará a narcoterroristas traficando drogas ilegales”, dijo Trump en redes sociales, donde compartió imágenes del ataque.
La operación refleja la tensión creciente en la lucha contra las rutas de drogas desde Latinoamérica hacia Estados Unidos en plena campaña presidencial de Trump, quien enfatiza una línea dura en seguridad fronteriza y combate al narcotráfico.
El caso sitúa a Venezuela como un foco crítico del tráfico de fentanilo, una droga sintetizada altamente adictiva que ha disparado crisis de sobredosis en Estados Unidos en los últimos años. La participación de “narco terroristas” sugiere vínculos con grupos violentos que operan desde la región.
Hasta ahora, ninguna autoridad de Ecuador o Colombia ha comentado oficialmente sobre la repatriación de los detenidos ni detalles del caso.
El gobierno estadounidense continúa reforzando operativos en el hemisferio, mientras que la comunidad internacional observa las repercusiones políticas y humanitarias de estas intervenciones militares extraterritoriales.
