Donald Trump llegó este lunes a Israel, donde aterrizó Air Force One en el aeropuerto Ben Gurion. Antes de partir desde EE UU, Trump respondió preguntas sobre la polémica medida que permite a Hamás rearmarse como fuerza policial.
“Lo hacen porque quieren detener los problemas, han sido abiertos al respecto, y les dimos aprobación por un tiempo”, dijo Trump. Insistió en que la autorización busca “asegurar que no haya crímenes graves o problemas en estas circunstancias” y que la situación sea segura.
Trump también mencionó que Hamás ha sufrido alrededor de 60,000 muertos en el conflicto, y que muchos de los combatientes actuales eran jóvenes cuando comenzó todo. El expresidente justificó la medida como un intento de contener la violencia y la retribución dentro de Gaza.
La visita de Trump es breve. En Israel, tiene previsto un discurso ante la Knesset, el parlamento israelí, antes de volar a Egipto. Allí co-presidirá una cumbre internacional destinada a buscar un fin al conflicto en Gaza.
La confirmación de que EE UU autorizó a Hamás a operar temporalmente con funciones policiales es una sorpresa que puede tensar más las relaciones diplomáticas en la región y despertar críticas entre aliados de Israel. La medida parece diseñada para estabilizar la situación en zonas controladas por Hamás mientras dura el conflicto abierto.
Este anuncio se suma al complicado escenario en el Reino Unido, donde el gobierno ha reiterado su apoyo a Israel y pide una solución al conflicto sin que haya más escaladas que afecten a civiles.
