El presidente Donald Trump intensificó este fin de semana su presión sobre el Senado de Estados Unidos para eliminar la Ley de Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare, en medio de la histórica paralización del gobierno que ya suma 38 días. Lo hizo a través de un mensaje en su plataforma Truth Social, donde volvió a atacar el sistema actual de subsidios médicos.
Trump acusó a las compañías aseguradoras de ser “devoradoras de dinero” y propuso que el dinero federal destinado a estos seguros se entregue directamente a los ciudadanos, permitiéndoles elegir sus propios planes y conservar cualquier remanente. En sus palabras:
“Toma de las GRANDES Y MALAS compañías de seguros, dáselo a la gente, y termina, por cada dólar gastado, con el peor sistema de salud del mundo, Obamacare.”
La controversia surge en un momento tenso. El Senado convocó una sesión extraordinaria sábado tras caer un acuerdo que hubiera reabierto temporalmente tres agencias federales. El bloqueo está centrado en los subsidios sanitarios: los demócratas exigen mantener los aumentos previstos para el próximo año, mientras los republicanos insisten en negociar tras la reapertura total del gobierno.
Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata, propuso un plan para reabrir el gobierno temporalmente y extender por un año los subsidios actuales, pero fue rechazado por los republicanos, que exigen negociar sólo con el gobierno en pleno funcionamiento. La consecuencia: servicios críticos como control de tráfico aéreo sufren interrupciones, afectando vuelos y generando malestar público.
Trump también pidió eliminar la regla del filibuster para facilitar la aprobación de su agenda, declarando:
“¡Terminen con el filibuster!”
Pero esta iniciativa encuentra resistencia incluso dentro de su propio partido; algunos senadores temen que esa medida permita luego a los demócratas aprobar leyes sin consenso cuando recuperen el poder.
Mientras tanto, la paralización, la más larga en la historia de EE.UU., acumula efectos devastadores. El programa de asistencia alimentaria SNAP sigue bloqueado, con beneficios detenidos tras una orden administrativa de la jueza Ketanji Brown Jackson. Los empleados federales trabajan sin salario y los servicios públicos se resienten.
La propuesta de Trump de anular Obamacare y cambiar el flujo de fondos añade más fuego a la negociación. Aunque esta idea ha sido constante en la oposición conservadora, presentarla mientras el gobierno está paralizado y el país en crisis podría ahondar aún más la división en el Senado.
La clave para lo que sigue ahora será si sus llamados logran unir a los republicanos o si empeoran el estancamiento. De momento, la incertidumbre sigue y servicios públicos vitales permanecen congelados.


































