El Wolverhampton Wanderers despidió a Vitor Pereira tras la derrota frente al Fulham en la Premier League que dejó en evidencia la crisis interna del equipo.
El partido mostró un Wolves irreconocible, superado desde el inicio. Fulham abrió el marcador con facilidad al aprovechar una defensa rota y agravó la situación cuando un jugador del Wolves recibió tarjeta roja, dejando a su equipo en inferioridad numérica.
Los errores y la falta de cohesión fueron la tónica para un Wolves sin chispa ni creatividad ofensiva. El equipo acumuló pases largos sin dirección clara, y la fragilidad defensiva alcanzó su punto más bajo con un gol en propia puerta que selló la derrota.
Fulham, un equipo también en dificultades esta temporada, no necesitó forzar para ganar y estuvo cerca de ampliar el marcador, pero el palo y el portero Sam Johnstone evitaron un resultado más humillante. Sin embargo, Johnstone no pudo hacer nada ante el primer gol, que generó dudas sobre su rendimiento.
Los aficionados y la prensa británica califican la gestión de Pereira como un proyecto “fracturado y disfuncional”. La directiva había sido criticada por la demora en tomar la decisión de relevarlo, considerando la caída libre del equipo en la tabla.
El último momento extraño del partido fue un disparo desde falta de Joao Gomes, que reflejó la desconexión total del equipo en el tramo final. La pregunta clave ahora es si el Wolves encontrará un camino claro para revertir la situación o si su temporada caerá en picado.
Con la Premier League implacable, Wolves debe actuar rápido para evitar un fracaso aún mayor en una campaña que amenaza con ser una de las peores en años.


































