West Brom se estancó en un empate 0-0 en casa frente a Sheffield Wednesday, último de la Championship y en plena crisis administrativa, en un partido gris que extiende la mala racha del equipo de Ryan Mason.
La ansiedad y frustración crecieron en The Hawthorns desde los primeros minutos, donde la afición local apenas llenó las gradas y terminó pitando al equipo. West Brom intentó pero no logró generar ocasiones claras, con disparos desde fuera del área siendo lo más destacable, mientras Sheffield Wednesday llevó el peligro real en la segunda mitad con un par de mano a mano que fallaron sus delanteros Ike Ugbo y Liam Palmer.
El equipo visitante, que atraviesa dificultades financieras tras entrar en administración y recibir una penalización de 12 puntos, celebró el empate casi como una victoria. Su alineación estaba debilitada, con el banquillo lleno de jóvenes de la academia, pero aun así lograron controlar a West Brom y no pasaron apuros para llevarse un punto valioso.
Para West Brom, este resultado supone un retroceso claro tras la victoria en casa hace dos semanas. Mason, en su breve etapa como entrenador, afrontó la peor reacción de la afición hasta la fecha, cansada de ver a un equipo sin chispa ni profundidad ofensiva. El equipo acumula ahora solo una victoria en sus últimos cinco juegos y parece lejos de salir del bache.
Mikey Johnston fue quien más inquietó en el primer tiempo con un disparo que obligó a Ethan Horvath a una intervención poco convincente. Isaac Price, otro de los atacantes, falló una ocasión clara dentro del área, mientras que Josh Maja no encontró la conexión con sus compañeros y Samuel Iling-Junior fue intrascendente. El mejor momento local fueron los intentos desde lejos de Alex Mowatt y la potencia en los laterales de Alfie Gilchrist, en su segundo partido completo.
Sheffield Wednesday resistió con bastantes efectivos defensivos y hasta tuvo la mejor oportunidad al arrancar la segunda mitad cuando Ugbo falló un mano a mano tras error en defensa local. Mason movió fichas, ingresando por ejemplo a Karlan Grant para tratar de cambiar el rumbo, pero sin éxito. Incluso el defensor Krystian Bielik rozó un gol tras desviar un balón en una jugada de ataque, pero Horvath estuvo atento.
El partido concluyó con aplausos secos y algunos abucheos hacia Mason y sus jugadores. La falta de ideas y velocidad adelante son un problema evidente para West Brom mientras luchan por salir de los puestos bajos de la tabla, en una división donde cualquier punto cuenta.
Sheffield Wednesday se retira con un punto inesperado que alivia su crisis, aunque con un equipo al límite de capacidad y un futuro incógnito tras la administración y la sanción en puntos.
West Brom (4-2-3-1): Griffiths; Gilchrist (Bielik, 71), Phillips, Mepham (Dike, 90+2), Styles (Taylor, 71); Diakite, Mowatt (c); Iling-Junior (Grant, 60), Price (Heggebo, 71), Johnston; Maja.
Sheffield Wednesday (3-4-3): Horvath; Palmer, Iorfa, Lowe; Fusire, Bannan (c), Valery, Amass; Ingelsson (McNeill, 80), Ugbo (Cadamarteri, 80), Lowe (Fernandes, 90+2).
Árbitro: Ben Toner
